Cuando somos niños para muchos nuestros padres son superhéroes, capaces de superar cualquier obstáculo y sin temor a nada. Para los niños en el campo colombiano, sus padres son más que héroes, son las personas que a través de la herencia entregan a sus hijos el amor por la tierra y el cultivo, llevándolos de la mano al mundo rural, compartiendo buenas prácticas en el arado de la tierra para producir una buena cosecha.
El agricultor colombiano, se levanta a tempranas horas del día para darles el sustento a su familia, preparan el suelo e implementos de la maquinaría, y aunque según el informe de la Revista Semana el acceso a la tierra es muy limitado, el 70% de los alimentos que se producen en el país vienen de pequeños agricultores. Ellos y sus familias son la raíz de todo lo que gira en torno a la mesa, gracias a sus manos, el cuidado de los productos, la constancia y la paciencia con la cual velan por brindar siempre lo mejor.
Por todo esto, hoy en Fomenta decimos gracias y feliz día a los papás del campo colombiano que día a día sin importar el sacrificio forjan a los agricultores del mañana.
Y es que, en estos 6 años, en Fundación Fomenta hemos contribuido a cada uno de ellos con talleres, capacitaciones y diplomados sobre diferentes temas en la manipulación de los tractores e implementos que ayudan a reducir los gastos de producción y tener un cultivo más fructífero.