A través de la técnica de edición genética CRISPR/Cas9, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) aprobaron el uso de un arroz resistente al tizón bacteriano.
Después de realizar evaluaciones, los entes reguladores concluyeron que no es un transgénico el cual puede ser regulado bajo la normatividad de un cultivo obtenido por las técnicas convencionales.
“El hecho de que el ICA y la USDA reconozcan que este arroz es igual en su regulación a un convencional ayuda a que otros países tomen decisiones en ese mismo sentido, y a su vez impulsa a que los investigadores en el campo de la edición genética en Colombia y la región vean que las posibilidades de un producto son más reales, y que no se tienen que enfrentar a una regulación estricta como la de los transgénicos”, dijo Paul Chavarriaga, líder de la Plataforma de Transformación Genética de la Alianza Bioversity-CIAT.
Que ambos países estén contemplando el uso agrícola de cultivos editados genéticamente es un gran paso para para la investigación de este sector tanto a nivel nacional como internacional. Esto consiste en un sistema molecular que permite editar los genes de un organismo vivo, por eso, se espera que otros países lo aprueben ya que las nuevas tecnologías están en el pro de la agricultura, y se basan en el producto final y no sobre su proceso de obtención.